
Teatro dentro del teatro. "El hoyo del vórtice" conduce a los personajes, intentando huir del olvido, intentando recordar quiénes son o al menos quiénes eran, a lo que realmente les da la razón de ser: su oficio, su finalidad, su sino. Y es ahí donde abordamos la verdadera visión que tenemos de todo eso que nos han vendido como sobrenatural y terrorífico. Y todo ello bajo la carátula de lo grotesco, la mofa, la risa: El misterio bufo.El espectáculo, llevado por tres actores sin nombre -Padre, Madre e Hija -, un muñeco -Cornelio-, y un cráneo de vaca -Perlita-, a bordo de un desvencijado carro es un ejercicio de teatro en estado puro. Como no podría ser de otra forma en Azogue Teatro, es tan solo en el que hacer de los actores donde se fundamenta, crece y florece el montaje. Único apoyo: algún efecto sonoro, música "Carmina Burana" del siglo XII, canciones españolas del siglo XIII, luz y la complicidad del público.
EQUIPO ARTISTICO
Dirección: Enrique Villanueva
Texto "El hoyo del vórtice": Mercedes Verástegui
Traducción "Misterio Bufo": Carla Matteini
Intérpretes: Enrique Villanueva, Mercedes Verástegui, Begoña Fernández
Vestuario: Purita Peripatética
Iluminación: Fernando García
Espacio escénico: Enrique Palomo
Coreografía: Ana Serna
EL HOYO DEL VÓRTICE

El Juglar, convertido en Gangarilla de tres actores, es quien se encarga de conducirnos por la obra de Darío Fo.
"El hoyo del vórtice", texto escrito por Mercedes Verástegui, nos lleva de un monólogo a otro.Sirve de puente de unión entre los "cómicos" y la realidad de nuestra época.Tres actores venidos de algún "más allá", ingenuos, desconocedores de su nombre, ignorantes y maliciosos, pero con la memoria y la sabiduría de su oficio, nos servirán del azogue necesario para reflejar y reflejarnos en el mundo de hoy.
Misterio: Representación sacra.
Bufo: Espectáculo grotesco.
El Juglar nacido del pueblo y para el pueblo era el catalizador de la rabia y la risa.Elemento de unión y catarsis.
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