La RB, como cualquier propuesta de renovación social, debe superar un buen número de resistencias intelectuales.
La propuesta de la RB suele sufrir un buen número de resistencias intelectuales.Una de ellas, es de naturaleza ética o normativa y se puede resumir en las siguientes preguntas:
¿es justa la RB? Quien no quiera trabajar de forma remunerada en el mercado de trabajo , ¿tiene derecho a percibir una asignación incondicional?
Otra resistencia intelectual es de carácter exclusivamente técnico y se funda en el interrogante acerca de la viabilidad de dicha medida: se trata de una idea bella , pero ¿no es una quimera? Vencer la primera resistencia no equivale a superar la segunda. No obstante, si no se supera la primera resistencia, no merece la pena enfrentarse a la siguiente. Dicho de otro modo, si no existe una convicente fundamentacón normativa- ética si se quiere- de la RB, como de cualquier otra medida de la politica social y economica, no es preciso ya tratar de superar el estudio técnico de viabilidad. El siguiente ejemplo servirá para ilustrar tal afirmación. La propuesta según la cual el trabajo remunerado deberiá quedar reservado a los varones mayores de 30 años es opción técnicamente posible. Sin embargo, su justificación ética hace aguas por todos lados, tal y como la inmensa mayoría de la ciudadana de nuestras sociedades no dudaría en asegurar. No vale la pena , por lo tanto, pasar al estudio técnico de dicha medida. Si una propuesta social no supera el cedazo normativo o ético, carece de sentido hacer el análisis técnico de su viabilidad. Quede claro, pues, que la objeción más potente que podria hacerse a la RB no es que materialmente fuese imposible financiarla, sino que resultara a todas luces injusta. Sin embargo, la RB supera ambas barreras: puede ser justificada desde el punto de vista normativo (para más detalles véase las preguntas y las respuestas número 5, 6 y 7) y , a su vez, puede ser implantada economicamente ( para más detalles véase la pregunta y la repuesta número 10).
Existe otro tipo de resitencia, que no puede calificarse propiamente de intelectual, sino que se deriva sencillamente de la aversión al cambio y la inercia social la mantenimiento del status quo. Para que una idea, una propuesta, sean aceptadas socialmente no basta que parezca justificada o viable. Se requiere un cierto consenso social una conjunción de intereses que haga que los actores socales actuen en aras a la consecucón de la propuesta. El ejemplo paradigmatico en este punto es el del sufragio universal: excusas y pseudorazones de todo tipo, desde la consideración de los esclavos como cosas, el derecho de voto limitado a los propietarios por ser los únicos con algo que ganar o perder en el juego electoral., por, ultimo, la más lacerante argumentación en contra del voto femenino basada en argumentos peregrinos de diverso calado, todo este argumentario ha supuesto que la asunción del sufragio universal haya sido una conquista prácticmante del siglo pasado en la mayoria de los paises del mundo. No bastan pues justificacion ética o viabilidad teórica. Mayorías sociales y politicas son imprescindibles para superar ciertas restencias.
La propuesta de la RB suele sufrir un buen número de resistencias intelectuales.Una de ellas, es de naturaleza ética o normativa y se puede resumir en las siguientes preguntas:
¿es justa la RB? Quien no quiera trabajar de forma remunerada en el mercado de trabajo , ¿tiene derecho a percibir una asignación incondicional?
Otra resistencia intelectual es de carácter exclusivamente técnico y se funda en el interrogante acerca de la viabilidad de dicha medida: se trata de una idea bella , pero ¿no es una quimera? Vencer la primera resistencia no equivale a superar la segunda. No obstante, si no se supera la primera resistencia, no merece la pena enfrentarse a la siguiente. Dicho de otro modo, si no existe una convicente fundamentacón normativa- ética si se quiere- de la RB, como de cualquier otra medida de la politica social y economica, no es preciso ya tratar de superar el estudio técnico de viabilidad. El siguiente ejemplo servirá para ilustrar tal afirmación. La propuesta según la cual el trabajo remunerado deberiá quedar reservado a los varones mayores de 30 años es opción técnicamente posible. Sin embargo, su justificación ética hace aguas por todos lados, tal y como la inmensa mayoría de la ciudadana de nuestras sociedades no dudaría en asegurar. No vale la pena , por lo tanto, pasar al estudio técnico de dicha medida. Si una propuesta social no supera el cedazo normativo o ético, carece de sentido hacer el análisis técnico de su viabilidad. Quede claro, pues, que la objeción más potente que podria hacerse a la RB no es que materialmente fuese imposible financiarla, sino que resultara a todas luces injusta. Sin embargo, la RB supera ambas barreras: puede ser justificada desde el punto de vista normativo (para más detalles véase las preguntas y las respuestas número 5, 6 y 7) y , a su vez, puede ser implantada economicamente ( para más detalles véase la pregunta y la repuesta número 10).
Existe otro tipo de resitencia, que no puede calificarse propiamente de intelectual, sino que se deriva sencillamente de la aversión al cambio y la inercia social la mantenimiento del status quo. Para que una idea, una propuesta, sean aceptadas socialmente no basta que parezca justificada o viable. Se requiere un cierto consenso social una conjunción de intereses que haga que los actores socales actuen en aras a la consecucón de la propuesta. El ejemplo paradigmatico en este punto es el del sufragio universal: excusas y pseudorazones de todo tipo, desde la consideración de los esclavos como cosas, el derecho de voto limitado a los propietarios por ser los únicos con algo que ganar o perder en el juego electoral., por, ultimo, la más lacerante argumentación en contra del voto femenino basada en argumentos peregrinos de diverso calado, todo este argumentario ha supuesto que la asunción del sufragio universal haya sido una conquista prácticmante del siglo pasado en la mayoria de los paises del mundo. No bastan pues justificacion ética o viabilidad teórica. Mayorías sociales y politicas son imprescindibles para superar ciertas restencias.
Comentarios