En esta obra del uruguayo Mario Benedetti escrita en 1979 pero de absoluta vigencia, asistimos a una serie de diálogos entre víctima y torturador (aunque lo sea indirectamente y sin mancharse las manos). Ya en el título Pedro es Pedro (un ser humano, que tiene nombre y un alias: Rómulo) y el Capitán (del que no conocemos el nombre y que ni siquiera es esa su graduación) representa al Poder, que podemos ser todos, si nos rebajamos a ello dejándonos corromper. La tortura, muy presente, no se muestra de forma explícita aunque sí se ve cómo se va deteriorando el aspecto de Pedro (y también el del capitán debido a su transformación interior). En la representación de La Capacha del pasado domingo en el Jovellanos, tal vez por estar en "época de austeridad" no había programa, si no un marcapáginas, que intentaremos utilizar leyendo el texto original ¿Parece apropiada una sesión doble con "La muerte y la doncella" de Dorfman (en ambos casos el país es indeterminado...
"Por munchos fechos que cuenten; por munchos datos que s'enseñen, lo esencial resístese a ser contao." Paul Auster