
Nel siguiente enllaz podreis atopar mas información sobre esta campaña:
http://www.nodo50.org/objecionfiscal/
De siguío un testu interesantisimo sobre militarismu editáu pola FAI.
EL ESTADO IMPONE SU VIOLENCIA TANTO DENTRO COMO FUERA DE SUS FRONTERAS CONTRA LA VIOLENCIA POLICIAL Y LAS GUERRAS DEL CAPITAL
CONTRA
LA GUERRA
LA VIGILANCIA
Y LA REPRESIÓN
Cada vez más cámaras de vigilancia en cada esquina, un continuo endurecimiento de las leyes, más cárceles, un sofisticado sistema de almacenamiento de datos individuales que se hace más extenso, operaciones militares por todo el mundo, legislación “antiterrorista”…nuestra sociedad se militariza cada vez más. Conforme se acelera el ritmo de producción de novedades tecnológicas se hace más fácil para los Estados industrializados vigilar y oprimir en total libertad.
¿Y debemos creer que todo esto es en contra del terrorismo internacional del que nos ha de proteger el Estado? ¿Qué se oculta en verdad tras todo esto?
¿Está el Estado de nuestra parte?
Los Estados pretenden regular a los ciudadanos a cambio de garantizarles seguridad, bienestar y libertad para todos.
En realidad se caracterizan por una tendencia a aumentar su poder y su control sobre los individuos y por proveer seguridad, bienestar y libertad a unos pocos. El sistema económico capitalista, del cual se beneficia esta minoría, ha creado un desempleo y una pobreza crecientes, porque cada vez se necesita menos gente para producir más.
Como resultado las condiciones de vida de la mayoría de la población están empeorando. Ahora los Estados se están armando para poder mantener el control en el futuro sobre una masa creciente de población, desposeída de un porvenir y cada vez más pobre.

La forma más común de terrorismo es el terrorismo de Estado. Este se puede ver en la “guerra contra el terror”, en la tortura de sospechosos de terrorismo o en la represión a cualquier movimiento de oposición. Países enteros son destruidos en cuanto se atreven a evitar el control y la explotación de los más poderosos del mundo.
Constantemente para garantizar nuestras libertades y luchar contra el terrorismo, el Estado ataca esas libertades y se vale de ese terror. Las llamadas democracias occidentales se están convirtiendo en Estados policiales y de vigilancia en los que pronto será posible observar los actos y hechos de toda la población a cualquier hora del día o de la noche. Aquellos que quedan en los márgenes de la sociedad, porque están desempleados, vienen de otro país o quieren resistir este sistema, son criminalizados y oprimidos, incluso acusados de terrorismo y amenazados con la prisión la tortura y la desaparición. El sistema no retrocede ante nada para asegurar su poder y aumentarlo.
Hay otro tipo de terrorismo, que en general surge como una reacción a la política de estos gobiernos, como por ejemplo el de la resistencia en el Iraq ocupado.
La mayor parte de los crímenes ocurren por las prohibiciones y limitaciones que el gobierno impone, son los resultados de las injusticias y las necesidades que crea el sistema económico capitalista, defendido por toda la fuerza del Estado.
Tanto el Estado como el capitalismo crean más crimen y terrorismo que el que el Estado y las medidas de seguridad privadas pueden evitar.
¿Es que no hay otra solución?
Se nos repite una y otra vez, en la escuela, en los lugares de culto, en los medios de comunicación

Hay quien nos pregunta si nuestras ideas son realistas. No pretendemos tener un mapa con todas las respuestas. Y tampoco somos tan pretenciosos como para decirle a la gente cómo tiene que vivir. Sin embargo hay bastantes ejemplos de auto-organización, sin jerarquías, que nos indican que estamos en el buen camino. Y lo que si tenemos seguro es que el sistema actual no funciona para la mayor parte del mundo, como queda testificado por el número de muertos por hambre o de refugiados. Incluso el clima está cambiando para peor por la forma de producción capitalista, con el medio ambiente contaminado. Hay guerras sin cesar, las cárceles están llenas a rebosar y se viene instalando cámaras sin parar en los últimos años.
El sistema está de espaldas contra la pared, se ha visto reducido a un intento desesperado de controlar a las masas de aquellos que han sido expulsados, mediante el uso de medios cada vez mayores de vigilancia y represión. El estado y el capitalismo están en un callejón sin salida.
Intentar protegerlo mediante reformas o violencia no tiene ningún sentido.
Cuánto más nos demos cuenta de esta vedad, antes seremos capaces de empezar a construir algo nuevo. Esto no es algo que podamos hacer nosotros solos, Hay que hacerlos todos juntos

A lo que ni el Estado ni el capitalismo pueden responder es a esto: ¿ Es posible dar a cada uno lo que necesita sin destruir el medio ambiente y sin explotar ni oprimir a la población, al mismo tiempo que se vive libre y en paz?
Aseguramos que es posible, mediante una sociedad basada en el apoyo mutuo y la libre asociación en la que los individuos controlen sus propias vidas y en la que no haya lugar para jefes, policías o soldados.
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