El siguiente testu ye la introducción d'Andoni Ibarra pal módulo "Cuestiones Éticas de la Ciencia y la Tecnología en el Siglo XXI", editáu por la Universidaddel País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y que cuntó cola collaboración pa realizalo de Victoria Camps, Andoni Ibarra, José A. López Cerezo, León Olivé, Sergio F. Martínez y Ambrosio Velasco.
INTRODUCCIÓN
Si en otras épocas las representaciones del ser humano y el universo,
requeridas para conocer y vivir, estaban dadas por instancias como la
magia, la religión o el saber común, hoy es la ciencia la que asegura como
ninguna otra la fuente originaria de esas representaciones. La ciencia y la
tecnología actuales moldean así axialmente al ser humano y la sociedad:
son protagonistas centrales del desarrollo de las formas de vida que conocemos.
No hay más que observar a nuestro alrededor para comprobar que
estamos sumergidos en un mundo de artefactos.
Sin embargo, la ciencia y la tecnología se nos aparecen de manera ambivalente.
Si bien, como acaba de indicarse, es incuestionable su contribución
al desarrollo social, no es menos cierto que:
(a) la ciencia y la tecnología se nos presentan cada vez más como
ámbitos de la acción humana dotados de facultades sin límite,
capaces de promover y crear nuevas espacios antinaturales, y
(b) el alcance de los conocimientos producidos y las destrezas técnicas
requeridas sólo queda al alcance de un dominio de personas
cada vez más reducido.
Ambas cuestiones dan origen a un buen número de preguntas y cuestiones
de carácter ético sobre el alcance y la naturaleza de la ciencia y la tecnología
en el siglo XXI. Por ejemplo, en relación a (a):
¿hay que preservar a toda costa –y si no, hasta qué punto– la libertad para
iniciar y continuar el trabajo en líneas de investigación que pueden conducir
previsiblemente a resultados negativos para el bien general?
O, en relación a (b):
¿A quién compete tomar las decisiones relativas a la investigación y el
desarrollo de la ciencia y la técnica? ¿Son los científicos y técnicos los únicos
responsables del uso del conocimiento desarrollado –por ejemplo, de
la bomba atómica–?
En suma, los problemas suscitados por la proliferación de residuos nucleares, la detección del agujero en la capa de ozono, la transferencia de órganos, la ingeniería genética, la modificación de la conducta individual y social, el asalto a la privacidad y la intimidad, etc. inducen una cuestión
central: ¿se debe limitar o reglamentar al menos la investigación a causa de sus efectos potencialmente negativos?; si la respuesta es afirmativa , ¿quién debe operar esa reglamentación: un poder político, la comunidad científico-técnica o el consenso social más amplio?
Lo mejor fue, sin duda, la lectura de Gatti de su poema Muerte-Obrero. A pesar de los "problemas técnicos" (la pantalla estaba muy lejos y sin gafas...) le pone una pasión increíble. Y como se ve en el cartel, él aplaude al público, según una tradición china como nos explicó. La presentación a cargo de sus traductores (matrimonio de mierense y turonesa) en KRK, fue interesante, pero tampoco aportó mucha más información que la que se puede encontrar en cualquier web sobre Gatti. Lamentablemente, en la parte final, fue imposible seguirle el ritmo y la traducción se volvió caótica, por su verborrea y por su forma de saltar de un concepto a otro. Así, para explicar su relación especial con Asturias se remontó a la vida de sus padres antes de su nacimiento, y a sus vidas como emigrantes. En cuanto a la posibilidad de cambiar la sociedad actual y superar la crisis, contó una anécdota sobre el poder de la palabra y cómo no pasó hambre gracias a su padre, que les describía exquis...
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