Este artículo irá dedicado al género de cine llamado blaxploitation, Nuevos héroes, mismas minorías.
El acenso y caída del blaxploitation.
Aunque se suele atribuir a Quentin Tarantino la reinvidicación del blaxploitation a través, sobre todo, de su interesante Jackie Brown (1997), lo cierto es que el mérito le corresponde a jóvenes directores afroamericanos como John Singleton, Mario Van Peebles o Ernest Dickerson, que antes que él rodaron films como Los chicos del barrio (Boyz N the Hood, 1991), que recuperaban con una perspectiva más moderna y, por qué no señalarlo, con un compromiso social y político mucho más profundo a los (anti)héroes de color, chulescos y violentos, inmersos en ambientes marginales y peligrosos, furiosos con la supremacía blanca, que la comunidad negra consumía vorazmente durante los años 70, para a través de ellos plasmar un clima de frustación y rabia largamente calladas ante el empeoramiento de las condiciones políticas y económicas que los afroamericanos siguen aguantando en los decadentes centros urbanos de la nación
Nada que ver con las sensaciones surgidas a partir de 1954, cuando el tribunal supremo presidido por Earl Warren emitía una sentencia contra la segregación racial, y que inició una época, que al
canzaría la siguiente década, en que la defensa de los intereses sociopolíticos de la comunidad afroamericana se canalizaba a través del liberalismo blanco, gracias sobre todo al impulso del movimiento por los derechos civiles de Martin Luther King , y llegando hasta la política de aumento de los derechos de la comunidad negra que inició el presidente Lyndon B. Johnson a finales de los 60.Incluso la industria cinematográfica empezaba a mirar con nuevos ojos a los personajes afroamericanos de sus películas, presentándolos (en una amplia variedad de situaciones sociales, pero con menos énfasis en los enfrentamientos con temas morales a través de prototipos conflictivos individualizados como el tipo "negro bueno" o el tipo "racista blanco malvado"). A diferencia del escaso tratamiento de la problemática social de la raza negra de otras épocas, películas como El sargento negro (1960) o Matar a un ruiseñor (1962) empezaron a mirar al pasado para reflexionar sobre los derechos civiles; mientras otras como Un lugar en el sol (1961) o Víctima de la ley (1964), trataban directamente los conflictos raciales en la sociedad estadounidense moderna. Incluso surgió un primer star system aframericano, encabezado por gente como Sidney Poitier, Harry Belafonte, Ossie Davis, James Earl Jones o Jim Brown. Los vehículos de acción de este último, como Los cien rifles (100 rifles, Tom Gries 1970) o El cóndor (John Guillermin, 1970), son un antecedente directo del blaxplotation, al que luego se adherirían actores también del gusto del público blanco ...
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