A principios de 1969, un productor de Granada TV ofrece a Ray Davies la posibilidad de crear un drama musical para la pequeña pantalla, con la única condición de que acepte como guionista a un escritor conocido . El elegido es Julian Mitchell, autor de la novela revelación The Undiscovered Country. Atendiendo a las sugerencias de Ray, Mitchell se puso manos a la obra y urdió una trama en la que ensamblar las canciones: ¿Arthur? Oh , naturalmente; Inglaterra, los caballeros y la mesa redonda. Excalibur, Camelot, escribió Lo siento pero no... Se trata de Arthur Morgan , que vive en suburbio londinense, en una casa llamada Shangri-La, con un jardín y un coche, su esposa Rose y un hijo llamado Derek.... Es decir , un tipo absolutamente normal, excepto por un detalle: la vida, y su propio país, le han defraudado , así que hace las maletas y , junto a su familia, pone rumbo hacía Australia, muy lejos de esa brumosa Inglaterra dominada por burócratas y mediocres.
Durante aquel invierno el guión y la música de Arthur Or The Decline And Fall Of The British Empire quedaron listos y, en mayo, The Kinks entraban a grabar el albúm con los nuevos miembros John Dalton , bajo y voces , y John Gosling teclados, pensando en editarlo coincidiendo con el estreno de la obra el siguiente Julio . Pero , en el último momento , la productora se echó atrás: recortes de presupuesto, incopatibilidad política entre el productor y sus superiores. Sin el apoyo dse su alterego televisivo , el disco quedaba huérfano de imágenes y significado, cosechando indiferencia por parte del público e injustas acusaciones de imitar la ópera rock de The Who Tommy , cuando habían sido Townshend y compañía quienes habian debutado siguiendo la estela de The Kinks . Fue un golpe bajo para Ray, que recuerda el proyecto con sentimientos enfrentados, como lo que hubiera podido ser y no fue; no como lo que realmente es, la primera dramaturgia construida por un conjunto pop.
Queria centrar la historia en un hombre corriente como yo mismo, alguien que había sido modesto instrumento del imperio y habia visto como esta pasaba de largo ante él , ha explicado . Dicho personaje, sus frustaciones y nimiedad, salpicarían toda la obra posterior del autor, que se había inspirado para crearlo en uno de sus cuñados, un hombre estricto y desilusionado con su país, rechazado como piloto durante la guerra y condenado a ser un don nadie . Un pobre infeliz que sobrelleva la onerosa carga de la tradicion victoriana, ese sistema social que protegia y al tiempo asfixiaba sus miembros. Parcialmente oscurecida por la sombra de Arthur, la obra futura de Ray Daives abundaría en algunos de los temas aqui expuestos: la inquietud ante la tecnología y la burocracia, la turbadora nostalgia por una época pasada, la fantasía como refugio de un mundo opresor...... continuara
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