Primavera de 1970.Tras el desengaño sufrido con Arthur y una agotadora gira americana la primera que The Kinks realizan desde que le vetaran en 1965, unanimente recordada como abismal por quines asistieron a los conciertos, efusivamente regada en alcohol de alta graduacion, Ray acepta aparecer en un dramático televisivo de la BBC. En The Long Distance Piano Player interpreta a un pianista que acabará desfalleciendo en su intento por batir el record mundial del pulsación de notas. Este respiro saneará su espiritu tras meses de actividad y le animará a crear algunas de las más punzantes canciones de su repertorio y, entre estas, uno de sus mayores triunfos, la siempre coreada Lola.
El álbum correspondiente, Lola Versus Powerman And The Moneygoround 1970 , sufre una inyección rock desde el primer corte, el intenso The contenders. Grabado en los Morgan Studios de Willesden es la primera vez que lo hacen fuera de los estudios Pye , el elepe planteaba un ácido repaso a los manejos de la industria discográfica la calle donde se decide la suerte musical Denmark Street, la estupidez intrinseca del éxito de la que hace mofa Top of the pops, los mánagers aprovechados acusados en The moneygoround y extrapolada estas observacionesa a la sociedad entera. La crueldad del sistema impregna la emocionante Get back in line , y su efecto en las calles queda expuesto en la durísima Rats tema que nos retrotae a sus ruidosos inicios.
Apeman propone una inversión de las tesis darwinianas para huir de la corrupta civilizacion, y las memorables Strangers que firma Dave y Got to be free enfrentan a perdedores, convertidos en felices marginados, con la ansiada liberación.
Obviamente despunta Lola, perfecta en su cimbreante condición e indeleble estribillo, cómica en el entrañable retrato del seductor travesti de ese club del Soho donde bebes champán y sabe a coca-cola ... A pesar de la mención al barrio caliente de Londres, musicalmente el disco aunque en otra tesitura tan atesorable como village Green o Arthur observa un giro hacia sonoridad más americana con claros influjos de blues y country equidistantes de faces y Stones. Es el documento de unos Kinks adelantándose a lo que serían sus mejores obras de los 70 desde una potente musicalidad adquirida con la experiencia, capaces de engarzar cinco intachables elepés en cuatro años evolucionando del acristalado pop de Face To Face al rock corpulento de Lola Versus powerman. Nuevamente en el número uno , iban a encarar el futuro traspasando discógrafica y realizando una serie de álbunes conceptuales con los que Ray veria cumplida su ambición: transformar al grupo en una extravagante compañía teatral.
continuara.....
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